Pese a que la gente que contemplaba a Jesús, cargado con la cruz camino del Gólgota para morir, le odiaban, muchos sin saber por qué...una mujer salió del gentío y limpió la sangre de su rostro, que debía de ser abundante tapándole los ojos, gesto que Jesús debió agradecer sobremanera...
A veces a más de uno nos gustaría que una Verónica anónima nos limpiara la cara para dejarnos ver lo más importante y que a veces no somos capaces ni de atisbar..
3 comentarios:
SIN PALABRAS; vaya forma bonita de escribir....
hay que ver Manolete, no dejas de sorprenderme...Un abrazo
Muchas gracias...aunque...quiénes sois?
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