La entrada a la Iglesia donde fue sepultada tan tremenda mujer, se hace a través de unas tétricas escalinatas, creado todo por los cruzados.
La cripta fue respetada por los musulmanes, pueblo antaño respetuoso allá donde iba, cuidándose de aprender todo aquello que le podía ser útil, como elementos de arquitectura, de medicina, etc, por ser María, la madre del "profeta" Jesús.
Sobre la piedra herida por el martillo de los peregrinos que querían llevarse un trozo de historia, estuvo el cuerpo de María, aquella cuya humilde casa visitamos en el primer día de nuestra peregrinación, y aquella persona, que estando en un tercer plano muy discreto, tuvo un papel fundamental en la vida de Jesús, que estoy seguro que contaría con ella, con su madre hasta que tuvo la desgracia de acompañarle en sus últimas horas...imaginaros la fuerza que le daría a Jesús encontrarse con los ojos de su madre mientras caminaba a la muerte...al fin y al cabo, una madre es una madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario